Page 55 - NATALIA ISABEL MUÑIZ ESTRADA

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manera. Si bien, la discapacidad causo cambios en su vida diaria, haciendo a los padres, hermanos,
abuelos, tíos adaptarse a una nueva situación y aprender a vivir sin romantizar, ni estereotipar la

discapacidad y verlo como una condición normal. Entre las variables involucradas en este proceso,

podemos citar el nivel de apoyo social del que dispone la persona, las condiciones
sociodemográficas, el tipo de discapacidad y las secuelas que comporta, sin embargo, una de los

factores más importantes que van a determinar el proceso de adaptación y ajuste es el modo o

estilo de afrontamiento de cada persona. Nachshen &Woodford 2003, citado en Suriá 2012).
Además de que una de las principales motivaciones de los participantes es salir adelante con

ayuda del trabajo, crear un sostén económico para cubrir con las necesidades de sus hijos con o
sin discapacidad, siendo estos su principal fuente de esperanza para crear seguridad en que sus

hijos estarán bien en todos los aspectos. Cuando las familias se les presentan temporadas en donde
las condiciones adversas son graves, parecen resistirse a recibir ayuda por parte de amigos, familia

cercana, como tíos, hermanos, abuelos, ya que no quieren incomodar con situaciones externas a

ellos, el orgullo con el que no piden ayuda y la esperanza en crecer como familia nuclear para
resolver las problemáticas presentadas hace que sea su único recurso de crecer como familia.

Analizando los resultados del sistema de creencias de los padres de familia ante la discapacidad
de su hijo/a se concluye que los participantes responden lo siguiente en cuanto a Dar sentido a la

adversidad que presentan en los efectos positivos y negativos que la discapacidad ha generado en
sus vidas dándoles capacidad de percibir y soportar las dificultades, desde un factor espiritual

hasta las fortalezas internas, las habilidades y el soporte social que los incita a seguir adelante,

Paz (2013, citado en Losada y Botero, 2018), establece tres factores para que la resiliencia se
emplee de manera aceptable, siendo esta un concepto que los padres no manejan pero aun así

cumplen con las cualidades siguientes:

El factor “Yo tengo”: corresponde al entorno social. Se refiere a redes de apoyo, como grupos
comunitarios o religiosos, así como también a modelos positivos y a la aceptación incondicional

del niño o adolescente por parte de su familia, amigos y escuela.
Al factor “Yo soy” y “Yo estoy”, corresponde la fuerza psicológica interna que desarrolla el

niño en su interacción con el mundo y condiciones personales; como su autoestima, autonomía,
control de impulsos, empatía, optimismo, sentido del humor y fe o creencias.

Al factor “Yo puedo” corresponde a las habilidades en las relaciones con los otros. Es ser capaz

de manejar situaciones de conflicto, de tensión o problemas personales.