Page 6 - ALEJANDRA ABIGAIL LONGORIA PAULI
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Dedicatoria y Agradecimientos




                         Hoy culmino una etapa que tanto anhelaba, una etapa que veía muy lejana a mí, la
                  etapa que me enseño y preparo tanto, la etapa que trajo a mi vida grandes enseñanzas, amigas,

                  maestros y alumnos. Una etapa que me regalo bonitas experiencias y mucho estrés. Es por
                  eso por lo que hoy con profunda alegría y agradecimiento dedico este trabajo a las personas

                  más importantes en mi vida:

                         A Dios, por confiar en mí y encomendarme este sueño tan bonito, por estar conmigo
                  desde el principio, por levantarme en cada dificultad y recordarme que estoy aquí por ÉL,

                  por darme la vida, salud y sabiduría para seguir adelante, por ser mi compañero más fiel.
                         A mis papás, por su esfuerzo y dedicación, por luchar cada día por darnos lo mejor,

                  por confiar en mí y apoyarme en este sueño, por su amor incondicional. Por regalarme una
                  educación y brindarme todos los recursos necesarios. Por todo su apoyo, por ser el motor de

                  este sueño, sin su apoyo no hubiera logrado esto.

                         A mi hermana, por apoyarme, por sus regaños, apoyo y amor incondicional.
                         A mi abuelo, por cada oración elevada por mí, por su amor y apoyo, por cada abrazo

                  disfrazado de una oración. Y una dedicatoria hasta el cielo para mi mamá Lala, por estar

                  siempre en mi mente durante este proceso, por ser una motivación, por el amor y apoyo que
                  me brindo en vida.

                         A la persona más importante en mi vida que conocí durante este trayecto: a mí, por
                  encontrarme y permitirme abrazarme para seguir adelante, por mi fuerza y persistencia de

                  querer y lograr llegar a mi meta. Por ser valiente e ignorar las inseguridades. A esa niña de
                  once años que jugaba a ser maestra, por dejar todo temor y no rendirse.
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