Page 26 - VALERIA ABIGAIL PICON ACOSTA

acuerdo a esquemas muy idiosincrásicos. Algunas letras entran en el juego del

reconocimiento, pero otras no son igualmente cruciales.

En algunos casos la información no alfabética parece ser más importante, como, por

ejemplo, los colores o el tipo de letra. Algunas características se tornan sobresalientes y

otras son ignoradas. El orden de las letras en la escritura no es importante y algunas letras

se omiten. Sólo la primera letra parece tener preponderancia.

Por ejemplo, la grafía característica de la marca Coca-Cola, los niños seguirán

leyendo “Coca-Cola” aunque en realidad ponga “caco-calo”.

Estos alumnos tuvieron casi 2 años de pandemia por COVID-19 y la educación que

recibían era a distancia, para algunos desde 3° de preescolar y para otros todo 1° de

primaria.

A partir del mes de marzo empezamos a emplear la tutora de USAER y yo la

estrategia de utilizar la conciencia fonológica para que los alumnos tuvieran un gran

hincapié en escuchar con atención el sonido de las letras que emitíamos y que la

relacionaran con el trazo de ella.

La tutora y yo dividimos a los niños en 2 subgrupos para darles una mayor atención

individualizada en los alumnos y estos se atienden 3 días a la semana con 60 minutos de

sesión.

Esto es un sentido problemático ya que en el salón de clases los alumnos batallan

mucho para integrarse e incluirse en las actividades de grupo porque presentan un fuerte

rezago en la lectura y escritura, esto les impide avanzar junto a los compañeros de clase

porque la mayoría de su grupo ya puede leer y escribir, entonces al momento de realizar las

actividades en el salón ellos van un paso atrás que los demás, batallan para

realizar/resolver los ejercicios, y comprender las dinámicas de clase regular.

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