Page 56 - XIMENA RODRIGUEZ RODRIGUEZ

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experimentan ansiedad y temores por una situación completamente nueva; aquellos docentes

que sí han tenido la oportunidad de hacerlo. Las educadoras mencionan que cuentan con poca
experiencia ante la atención psicoeducativa de los alumnos autistas, sin embargo, establecen que

la atención a los alumnos con TEA debe ser integradora, personalizada y colaborativa.
Los alumnos con TEA, tiene Necesidades Educativas Específicas porque presenta

dificultades mayores que el resto de sus compañeros y compañeras para acceder a los
aprendizajes que se determinan en el currículo.

González (2018) menciona que los docentes reconocen la inclusión como un derecho

básico, pero muestran resistencia para aceptar nuevas responsabilidades para atender a los
alumnos con NEE debido al trabajo adicional, la falta de habilidades y recursos que se tiene que

diseñar para la atención de estos alumnos.
Por otra parte, a los sentimientos que experimentan los docentes al atender a un alumno

con trastorno del espectro autista, se concluye que los sentimientos que presentan los docentes
ante la atención de un alumno autista son temor, preocupación, angustia, incertidumbre y

alegría. Respecto a lo anterior, Zenteno y Leal (2016) mencionan que la alegría es una emoción

que los profesores describen como la sensación de sentir energía positiva, que se asocia a la
percepción de esfuerzo, de avances y logros en sus alumnos con TEA.

Las maestras expresan que la experiencia al atender alumnos autistas, es gratificante,

enriquecedora y de mucho aprendizaje porque se desarrollan, nuevas habilidades docentes y
conocen acerca del trastorno del espectro autista y como debe será la atención con estos

alumnos. Tortosa (2008 citado por Rangel, 2016) menciona que la diversidad no es un problema
a resolver, sino como una riqueza para apoyar el aprendizaje de todos.

Con respecto al comportamiento que muestran los docentes en la atención y convivencia
con un alumno autista, se llega a lo conclusión que las educadoras muestran una conducta

positiva, ante la atención de los alumnos autistas, lo cual coincide con lo que señala Gamboa et

al. (2019) en relación a los comportamientos actitudinales, indican que los docentes muestran
actitudes positivas cuando se trabaja con niños con NEE, aunque los docentes no muestran

negatividad al incluir a estos niños dentro de sus aulas.
Las educadoras expresan que el convivir con un alumno autista, tiene un gran impacto

en su profesión, dado que aporta un aprendizaje y valor en su profesión.