Page 29 - ANA PAULA SAUCEDO MORALES
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el aprendizaje de la lengua. (Cabrera, 1989) El proceso de lectura siempre interesó desde
todos los puntos de vista a los investigadores, psicólogos, pedagogos, poligrafistas,
oftalmólogos, higienistas, entre otros. La atención hacia este complicado proceso no pierde
fuerza, sino que crece actualmente, cuando el hombre por medio del vocablo impreso
obtiene un considerable volumen de información visual. La lectura es un instrumento de
capital importancia en todas las esferas de la vida social. Para apreciar su funcionalidad
basta saber que según el 75% de lo que se aprende llega por vía de la letra impresa
(Cabrera, 1989), destaca el papel de este proceso al expresar que hoy día, a pesar de la
aparición de nuevas vías y medios de asimilación de conocimientos, la lectura continúa
siendo uno de los modos fundamentales para recibir la información visual. (Alvares, 1997),
consideraba que el proceso de enseñanza de la lectura exige, cada vez con mayor urgencia,
del diseño de estrategias didácticas eficaces que partan de una modelación análoga a la
complejidad de la lectura como actividad, tanto en su diversificación tipológica como en su
estructura peculiar.
La escritura como proceso, retomando a Flower y Hayes (1981) y Cassany (1999),
quienes consideran que el acto de escribir no se remite solo al acto motriz, sino a un
proceso de expresión y reflexión en el cual el escritor utiliza una serie de procesos
cognitivos necesarios para cumplir con eficiencia y significatividad la actividad, los cuales
son planeación, traducción y evaluación. Así mismo, para el proceso de intervención en el
aula se retoman algunas estrategias didácticas desarrolladas por Jolibert (1998, 2009),
Goodman (1982) y Camps y otros (2003). Con el fin de caracterizar la población secude
con prioridad al nuevo paradigma sobre discapacidad intelectual abordado por la
Asociación Americana de Discapacidad Intelectual y del Desarrollo (AAIDD) (1997, 2002)
y Verdugo (2002). Se retoman también las reflexiones y descripciones expuestas por
Castanedo (1997) y Smith (1999)
La habilidad de escribir se aprende a través de una instrucción formal más que a
través de
los procesos de adquisición natural. En contraste con la habilidad de hablar, encontramos
que esta habilidad requiere de un mayor número de conocimientos previos. El escritor debe
conocer y saber usar diversas formas ortográficas, el léxico, la sintáxis y los morfemas.
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