Page 32 - JOSUE DAVID DANIEL TREVIÑO FERMIN
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debe a que las expectativas educativas familiares generan un efecto motivador y estimulante en
los hijos e hijas, que se sienten más confiados y capaces de lograr sus metas educativas. Además,
las expectativas educativas familiares favorecen la creación de un clima familiar propicio para el
aprendizaje, donde se valora la educación como un medio para mejorar las oportunidades de vida
y se fomenta la participación activa y responsable de los padres y madres en el proceso
educativo.
Sin embargo, no todas las expectativas educativas familiares son beneficiosas para el
rendimiento escolar. Algunas expectativas pueden ser demasiado altas o bajas para las
capacidades o intereses de los hijos e hijas, lo que puede generar frustración, ansiedad o
desinterés por la educación. Por ello, es importante que las expectativas educativas familiares
sean realistas y flexibles, adaptándose a las características individuales y al contexto de cada
estudiante. Asimismo, es importante que las expectativas educativas familiares sean coherentes
con las expectativas de los propios hijos e hijas y con las expectativas de los profesores y la
escuela.
Las expectativas educativas familiares son un concepto relevante para comprender el rol
de la familia en la educación y su impacto en el rendimiento escolar. Estas pueden ser un factor
protector o de riesgo para el aprendizaje de los hijos e hijas dependiendo de cómo se formen,
manifiesten e influyan en su proceso educativo. Por ello es necesario promover unas expectativas
educativas familiares positivas pero realistas que contribuyan al desarrollo integral de los
estudiantes que los motive a poder seguir motivados en su educación continua.
Las expectativas educativas docentes y familiares
Las altas expectativas educativas docentes se refieren a las creencias y actitudes que los
profesores tienen sobre el potencial de aprendizaje y desarrollo de sus alumnos, así como sobre
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