Page 40 - PAMELA ESMERALDA RESENDIZ GAMEZ
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funcionamiento intelectual disminuido que habitualmente se mide por medio de pruebas
estandarizadas de inteligencia, el impacto sobre la vida de la persona depende más de la cantidad
de apoyo que la persona requiere. Tal es el ejemplo de una persona que solo presenta un leve
deterioro según una prueba de inteligencia puede tener tan pocas habilidades de adaptación que
requiere un amplio apoyo. El apoyo puede clasificarse como intermitente cuando se necesita
apoyo ocasional, limitado que podría ser como un programa importante el cual se refiere a un
apoyo continuo diario y profundo en donde se encuentra un alto nivel de apoyo para todas las
actividades diarias, lo cual incluye la posibilidad de cuidados especializados exhaustivos.
Para llevar a cabo una intervención con una persona con discapacidad intelectual debe ser en
base a programas que respondan a las necesidades de la persona en áreas académicas, de la vida
personal, laboral y social. Específicamente en las habilidades adaptativas conceptuales, prácticas
y sociales, las cuales son consideradas como la base para alcanzar al máximo grado de
autonomía e integración en contextos inmediatos (hogar, escuela, sociedad), dado que implican
competencia motora, cognitiva, personal y social (Schalock, 1999).
Para las personas con discapacidad intelectual es importante la aplicación y resultados de
pruebas para que puedan ser invalidados por sus características individuales ya sea por su estado
de salud, grado déficit cognitivo-sensorial, por lo que, con base a resultados preliminares, se
decidió aplicar diferentes pruebas. Las pruebas de inteligencia más reconocidas que son
aplicadas de manera individual son Stanford-Binet, Escalas de Wechsler e interpretación de
dibujos como la Figura Humana de Goodenough, que se aplica en tiempo breve, arroja datos
confiables y los dibujos pueden utilizarse para valorar el área emocional (Cohen & Swerdlik,
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