Page 32 - SARA ALVAREZ CORPUS
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                     Manejar  en  la  pista  es  un  acto  complejo  y  requiere  sentido  del  espacio,  una  buena

                  coordinación entre ojo, mano, pelvis y pierna, capacidad de diferenciar los dos lados (derecha
                  e izquierda) y la aplicación de los sentidos táctil, visual y auditivo en el mismo momento. Por

                  eso se ha comprobado que hay un estímulo muy positivo del sistema propioceptivo ya que el
                  jinete es cada día más consciente de su propio cuerpo y de la relación del mismo con el caballo

                  y el espacio.

                     Para  una  persona  con  disfunción  sensomotora  y  de  la  coordinación  psicomotriz  fina  es
                  provechoso  que sea  ella misma la encargada de la limpieza del  caballo antes de la sesión,

                  integrando ejercicios sensoriales y psicomotrices. Acariciar o cepillar el  cuerpo del  caballo
                  aporta grandes beneficios al aspecto psíquico.

                     2)  Efectos  psicomotores:  La  coordinación  sutil  del  tronco  y  cabeza,  necesaria  para  su

                  estabilización, es la base para el correcto asiento de montar y para efectuar la marcha en el piso.
                  Para lograr esta estabilización dinámica no se debe permitir al paciente apoyar sus manos sobre

                  la monta, porque bloquea el cinturón pélvico y el aprendizaje del balance dinámico del tronco.
                  Se le debe enseñar el movimiento de agarrar las grapas hacia atrás y hacia arriba para lograr la

                  profundización  de  su  asiento.  El  objetivo  es  que  el  jinete  encuentre  su  centro  de  gravedad
                  haciéndolo coincidir con el del caballo, para lo que es indispensable su correcta alineación.

                  Cuanto más rápido es el movimiento del animal, más tonicidad, coordinación y concentración

                  se requiere. Los cambios de dirección ejercitan la estabilidad del tronco a nivel del equilibrio
                  horizontal, mientras que los cambios en el impulso (paso, trote, galope) lo hacen a nivel vertical.

                  La alineación del jinete hacia una posición correcta y la selección del lado con el cual va a
                  montar (derecha o izquierda), tienen gran importancia en la corrección de la asimetría corporal.

                     3)  Efectos sociomotores: El desarrollo de la coordinación psicomotriz va logrando una

                  mejoría en la coordinación del área de la boca y lengua. Usar ejercicios de vocalización durante
                  la  monta,  como  gritar  vocales,  sílabas  y  dar  órdenes  verbales,  refuerzan  notablemente  la

                  capacidad de expresión verbal. Las órdenes al caballo se pueden dar con la pierna o la voz. En
                  caso de que ésta deba ser sí o sí hablada, el paciente con falta de lenguaje aprenderá que la

                  palabra tiene poder y esto estimulará y motivará a la comunicación verbal.

                     La relación emocional del jinete con su caballo es, por lo general, estrecha; en especial si el
                  niño trabaja siempre con el mismo animal.
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