Page 36 - CLAUDIA VALDEZ HERNANDEZ
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a los niños como ciudadanos, por el cual deben trabajar de forma paralela. Estos dos
componentes del contexto educativo – social, al mismo tiempo pueden coincidir sobre la
relación de la escuela y la familia como parte del desarrollo del niño, además de ser un eje
favorecedor de la inclusión su propósito es lograr un ambiente escolar armónico y sostenible
basados en una cultura de paz y generador de habilidades y competencias necesarias para que
logren desenvolverse en una cultura cambiante, ya que considera a la familia y a la escuela
como los agentes rectores principales para el buen desarrollo social.
Según Koster et al. (2009, citados por Cásares y Gómez, 2021) la participación social
consta de cuatro elementos clave, los cuales son:
1. La presencia de contactos/interacciones positivas entre niños con necesidades
especiales y sus compañeros de clase.
2. La aceptación de sus compañeros de clase. 3. Relaciones sociales y amistades entre
los niños con necesidades especiales y sus compañeros de clase.
4. La percepción de los alumnos de que son aceptados por sus compañeros de clase.
Bolívar (2006 citado por Calvo et al. 2016) dentro de su propuesta la participación
para mejorar la articulación de la educación entre escuela y familia, manteniendo la
comunicación fluida a través de diversas actividades como el buzón de sugerencias, agenda
escolar, uso del mail y plataformas, talleres, obras de teatro, actividades extraescolares,
jornadas de puertas abiertas, encuentros con la naturaleza, lo que permite conocer el progreso
de sus hijos, realizar el trabajo en conjunto, tener compromiso, y finalmente fortalecen
relaciones.
También se debe reconocer que la participación de los padres de familia dentro del
centro educativo obtiene buenos efectos tal y como lo menciona García y Bacete (2003,
citado por Calvo et al, 2016) En los estudiantes, obtienen buenas notas, presentan buenas
actitudes enfrente de sus tareas, tienen el autoestima más elevado, participan con más
confianza dentro del aula; En los profesores, sus habilidades son reconocidas valorando más
su desempeño, tienen más satisfacción ante su profesión y finalmente en los padres de familia
comprenden más los programas escolares, mejoran la comunicación con sus hijos, valoran
más su rol en la educación de sus hijos, obtienen habilidades más positivas en la paternidad.
De acuerdo con Booth, y Ainscow (2011 citado por Calvo et al., 2016) dentro del
Índex para la inclusión se permite a los miembros de la comunidad educativa realizar una