Page 55 - KARELY ABIGAIL LOPEZ MARTINEZ
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confinamiento ya que se contagiaron de COVID-19, por lo tanto, no se tenía un agente que
pudiera brindar el apoyo a Jesús en las tareas escolares en casa o bien para conectarse y tomar la
clase. En este tiempo solo se le enviaban mensajes de apoyo y motivación a los padres también
para saber la situación en la que se encontraban. Fue difícil esta situación ya que uno como
docente se queda con el pendiente de cómo se encuentran, quien los está apoyando, están
tomando las medidas necesarias y un sinfín de cosas más. Para pasar este desafortunado hecho la
tutora Yazmin abre un espacio en su grupo para que la maestra practicante pudiera observar sus
clases, pero sin trabajar con alguien más.
Para la segunda semana de diciembre se notifica que el alumno regresara a clase, en esta
secuencia se trabaja el abecedario, se le pide de favor que mencione las vocales que conoce y
menciona “A,I,O”, después se le muestra un abecedario y es la misma indicación, en esta ocasión
dice “ B, C, D, M, T, X,” lo que es una incongruencia ya que al leer las menciona pero al
momento de identificar se queda casi en blanco, esto podrían indicar que aún no las aprende del
todo, por ende se toma la decisión de trabajar con el método silábico, comenzar enseñando las
vocales y después la unión de estas con las consonantes. Es por eso que además de utilizar una
prueba estandarizada que explora varias habilidades, también se debe incorporar un examen con
los aprendizajes básicos que debe tener un alumno de segundo grado, como el conocimiento de
los colores, el abecedario, pequeñas sumas y restas para así tener un punto de comienzo más
definido.
Se llevo el tiempo de 3 meses para que el alumno conociera en su totalidad las vocales y las
consonantes, se trabajó el repaso de las vocales y las consonantes al inicio de cada sesión durante
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