Page 27 - LEONELA FERNANDA DE LA CRUZ FLORES
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Fregoso (2015:12) refiere que “la inteligencia emocional por sí sola es incapaz de
determinar competencias emocionales ya que éstas dependen en gran medida de la
estimulación del ambiente para manifestarse”. Así podemos señalar la vinculación entre
el ambiente de aprendizaje que provoca el docente desde sus secuencias didácticas, la
motivación al estudio y el desempeño académico del alumno en relación con las
competencias emocionales.
Basado en lo que se observó con los alumnos durante su evolución, se percibe
como es que los alumnos conviven con el docente, con sus compañeros o incluso como se
sientan, por esta razona coincido con el autor, ya que hace énfasis en que la inteligencia
emocional es importante pero se reconoce que necesita de ayuda para poder dar un
resultado favorable y es interesante observar que los docentes fungen en su gran mayoría
una influencia importante en ellos, pues, promueven el ambiente de aprendizaje que el
alumno requiere para desenvolverse no sólo en su área escolar sino también en su vida
cotidiana.
Bisquerra A. (2003), señala el concepto de competencia emocional, como el
conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar
y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales.
Busca reconocer a las emociones como un conjunto de conocimientos y eso es
resultado de una enseñanza de experiencias que el alumnado va a adquiriendo durante su
vida por lo que se puede deducir que las habilidades que el alumno tenga se puedan
explotar en mayor expansión en los futuros aprendizajes, mientras que las actitudes
vienen de la mano de un sinfín de emociones no controladas y es que todo tiene
influencia en el ser humano como lo es solo una actitud ya que nos regimos de lo que
somos en la actualidad si, la persona se expresa correctamente o no, si tiene un buen
desempeño o no.
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