Page 38 - ORPA PILAR PEREZ CASTILLO
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personas, y que impactan la relación del sistema educativo con el entorno, entre éstas figuran
la falta de acceso por razones de proximidad escolar, las condiciones socioeconómicas que
dificultan el acceso, avance, permanencia, aprendizaje y/o la participación de Niñas, Niños,
Adolescentes y Jóvenes (NNAJ), la exclusión o discriminación social y culturalmente
normalizada, entre otras.
Barreras Normativas: En general, tienen que ver con disposiciones que, aun bajo su
aparente inocuidad y neutralidad, terminan impidiendo el acceso, dificultando el trayecto
formativo o limitando el aprendizaje y la participación de estudiantes, entre ellas se
encuentran: la ausencia de una perspectiva de inclusión en las leyes educativas vigentes y las
contradicciones entre leyes respecto a la educación de las personas y culturas diferentes, entre
muchas otras más.
Barreras Didácticas: Son aquellas acciones de enseñanza y prácticas de aprendizaje
de los educadores que no son culturalmente pertinentes, que no corresponden al ritmo ni al
estilo de aprendizaje del educando y que se caracterizan por desarrollar bajas expectativas
académicas en relación con un sector del estudiantado, por lo general procedente de sectores
en situación de vulnerabilidad, entre ellas se pueden citar las actitudes de rechazo,
segregación o exclusión por parte de la comunidad educativa, por razones de discriminación,
un clima escolar hostil y que propicia el acoso escolar, el uso de recursos y materiales
didácticos homogéneos y las estrategias de enseñanza que no consideran la diversidad, etc.
A pesar de que las nuevas tendencias en educación de personas con discapacidad
apuntan hacia su inclusión en el sistema educativo general, existen ciertos colectivos de
personas con discapacidad, y ciertas situaciones concretas que, al parecer, demandan una
educación especial.
El objetivo principal del modelo social se basa en sostener que las causas que dan
origen a la discapacidad no son individuales (de la persona), sino sociales -o al menos,
preponderantemente sociales-. Es decir, que no serían las limitaciones individuales las raíces
de la “discapacidad”, sino las limitaciones de la sociedad para prestar servicios apropiados y
para asegurar adecuadamente que las necesidades de todas las personas sean tenidas en
cuenta dentro de la organización social.