Page 46 - REGINA COELI ARREDONDO SANCHEZ
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                  de  los  estudiantes,  pero  no  se  debe  dejar  de  lado  al  docente,  lograr  el  emparentamiento

                  emocional como lo indica Torres-Hernández (2020 citado por Ruiz, 2020).
                         Ante  lo  anterior,  es  imposible  separar  la  vivencia  cotidiana  externas  que  afectan

                  docente, y que regulan el desarrollo interno, en el que se hace fundamental la reflexión que
                  llevan  a  cuestionar  en  qué  medida  él  mismo  es  capaz  de  comprender  las  creencias,  3

                  sentimientos, emociones y las actitudes por las que atraviesan los estudiantes en tiempos de
                  pandemia (Ruiz 2020).

                         En  seste  sentido  es  importante  que  tanto  alumnos  como  docentes  cuenten  con  el

                  desarrollo de las competencias y habilidades socioemocionales, permitiendo al paso a ser
                  seres más funcionales y productivos para crear climas de aprendizaje positivos para todos.

                         Ramírez  (2004)  señala  que  algunos  miedos  humanos  percibidos  durante  el
                  confinamiento  han sido: Miedos familiares,  personales, biológicos como alteraciones del

                  sistema  nervioso  central,  miedos  colectivos  ante  la  pandemia,  miedos  por  carencias:
                  alimentación y dinero.  Así, el miedo al sufrimiento, a la muerte y la enfermedad con todas

                  sus secuelas, son origen básico de intensos sufrimientos, ya que las personas no olvidan que

                  son insoslayables. expone que emociones negativas como el miedo, ansiedad, depresión,
                  crisis de pánico, de angustia, sufrimiento y fracaso son sensaciones que los docentes pueden

                  presentar,  y  que  cuando  se  disparan  sin  control  generan  desasosiego,  deteriorando  la

                  sensación de estabilidad y paz interior.
                         En  la  gran  mayoría  de  las  ocasiones,  existe  preocupación  sobre  las  necesidades

                  emocionales  de  los  estudiantes,  pero  muy  pocas  veces  se  analiza  la  importancia  de  una
                  adecuada gestión emocional del profesorado Un docente poco motivado, con sensación de

                  falta de valoración, de que su trabajo nunca es suficiente, con disparadores constantes del
                  estrés,  difícilmente  podrá  ofrecer  una  atención  emocional  adecuada  a  su  alumnado.  La

                  profesión docente es una de las de mayor exigencia emocional, ya que la gran parte de su

                  labor se realiza en un contexto donde las relaciones interpersonales son la base de su tarea.
                  Entre los aspectos que influyen se encuentran los siguientes: Es una profesión basada en la

                  interacción  entre  individuos  y  en  el  establecimiento  de  relaciones  interpersonales,  entre
                  docentes – docentes; docentes – alumnado; docentes – familias; docentes – administración y

                  docentes - sociedad; existe un alto nivel de burocracia; y gran parte de la motivación del
                  profesorado depende de la del alumnado (García, 2021).
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