Page 44 - REGINA COELI ARREDONDO SANCHEZ
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al mismo tiempo es el espacio de incidencia más inmediato de su labor. Este entorno, que de
manera genérica supone un conjunto de condiciones y demandas para la escuela, representa,
no obstante, para cada maestro, una realidad especifica derivada de la diversidad de
condiciones familiares y de vida de cada uno de los alumnos (Fierro et al. 1999).
La dimensión social de la práctica docente intenta recuperar un conjunto de relaciones
que se refieren a la forma en que cada docente percibe y expresa su tarea como agente
educativo cuyos destinatarios son diversos sectores sociales; asimismo, procura analizar la
forma en parecer configurarse una demanda social determinada para el quehacer docente, en
un momento histórico dado y en contextos geográficos y culturales articulares, lo cual no
necesariamente corresponde con lo que el maestro considera su aportación a la sociedad
Dentro de esta dimensión se implica la reflexión sobre el sentido del quehacer del
docente desde su desempeño en el entorno. Además, es importante analizar las expectativas
del propio docente y las que se sean sobre el no solo del centro sino también del sistema y
las familias.
e) Dimensión didáctica
La dimensión didáctica hace referencia al papel del maestro como agente que, a través
de los procesos de enseñanza, orienta, dirige, facilita y guía la interacción de los alumnos con
el saber colectivo culturalmente organizado, para que ellos, los alumnos, construyan su
propio conocimiento. De esta forma el docente se convierte, no solo en el transmisor del
conocimiento, sino también pasa a ser el guía facilitador del aprendizaje para que los alumnos
construyan sus saberes. (Fierro et al. 1999). En este sentido esta dimensión toma un papel
importante en la forma en que se es transmitido el conocimiento, para que los estudiantes lo
con soliden y lo pongan en práctica a lo largo de su vida. Además, se ponen en manifiesto
los métodos de enseñanza, la organización del trabajo, los aprendizajes previos, normas, las
distintas formas de evaluación, la resolución de problemas y los aprendizajes.
f) Dimensión valoral
Al considerar esta dimensión invitamos a los maestros a hacer un análisis de sus
valores, esencialmente a través de sus actos, ya que estos manifiestan los valores con mucha
más fuerza que las palabras. En especial, su manera de resolver problemas evidencia los
valores a los que ha dado preferencia en determinada situación en la que era necesario elegir,
así como las opiniones que expresa frente a situaciones de enseñanza o de vida que los niños