Page 10 - SILVIA MARIANA MONSIVAIS ESQUIVEL
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docentes ante los estudiantes, la familia y la comunidad.
• Requieren buscar el conocimiento en fuentes rigurosas para sustentar la práctica
educativa, las reflexiones y el informe final.
Como lo menciona la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la
Educación (DGESPE, 2016) el realizar un portafolio de evidencias se trata de un proceso y no
solo de un producto, donde el docente reúne datos originados de su investigación, agrupados y
con redacción propia bajo un proceso de reflexión consciente para la presentación y debate con
demás sujetos acerca de la concepción personal acerca de lo que es la buena enseñanza.
El portafolio tiene como propósito de reunir evidencias que permitan el análisis y por
consiguiente la reflexión de un proceso, detectando el crecimiento en el desarrollo de enseñanza-
aprendizaje, descubriendo logros, deficiencias y áreas de oportunidad. Permitiendo el desarrollo
de habilidades, aptitudes, valores, conocimientos y aprendizajes; es por ello la elección de la
modalidad de titulación, la elaboración de un portafolio de evidencias.
La elaboración del portafolios de evidencias como trabajo de titulación se enmarca en el
proceso de ciclos reflexivos, por ese motivo, aunque se hable de fases en su elaboración, éstas
“no son necesariamente lineales” (SEP, 2014, p. 19). Como ya se mencionó, la elección de la
competencia o tema del portafolio tiene que ver con un dilema o incidente crítico en el que se
profundizo.
El tipo de portafolio que se elaboró en esta modalidad de titulación es el de
desempeño en el que tal como se rescata en las orientaciones proporcionada con la SEP
menciona Martin-Kniep (2001, p. 17) resalta que este tipo de portafolios recupera la
sabiduría de la práctica docente: