Page 81 - VALERY PAULINA GARZA JIMENEZ
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área de pedagogía, quien me permitió modificar los subgrupos y horarios establecidos para
una atención más pertinente, es decir, asigné un horario específico para el subgrupo
participante.
El método silábico señala comenzar por la consolidación de las vocales, mis nueve
alumnos habían evidenciado un repertorio muy reducido de letras, de las que no eran capaces
de reconocer su sonoridad, por lo tanto, no podía hablar de consolidar sino de presentárselas.
Para la primera sesión sobre las vocales, en noviembre de 2022, realicé y coloqué tarjetas
coloridas de las vocales en mayúscula y en minúscula en el pizarrón, pregunté a los alumnos si
las conocían y si sabían su nombre o su sonido para rescate de aprendizajes previos, y por
último que cuántas eran; ya que, sin haberlo explicitado en el plan de acción, porque el
formato no lo solicitaba, respeté los tres momentos de toda intervención en cada sesión del
plan de acción. Después de escuchar lo que mis alumnos sabían, les ofrecí una explicación
breve sobre las vocales, que son cinco, que están dentro del abecedario y al menos una dentro
de todas las palabras, los hice repetir después de mí el sonido de cada grafía. Recordamos el
uso de mayúsculas y minúsculas y la estrategia para diferenciarlas haciendo uso del cuerpo,
que con anterioridad les había compartido.
Más adelante, participan tomando al azar uno de los papelitos con dibujos sobre la
mesa, al descubrir el dibujo, pasan al pizarrón a pegarlo con cinta adhesiva justo bajo la vocal
con la que comienza, les brindo otra oportunidad para demostrar su conciencia fonológica y
correspondencia grafía-fonema, les apoyo nombrando los objetos enfatizando el sonido inicial
para que den con la respuesta correcta, les hago perceptible su desacierto. Ejemplo: si un
alumno asegura que “oro” comienza con a, le cuestiono ¿se llama “aro”? Incluso doy la
posibilidad para que escuche como cada palabra se modifica al iniciar con cada vocal hasta
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