Page 33 - ALEJANDRA ABIGAIL LONGORIA PAULI
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modalidad educativa. Decidir entre la escuela  común  y  la  escuela especial.  Si  se

                         decide que el alumno asista a una escuela común los padres pueden experimentar
                         miedo  ante  la  posibilidad  de  rechazo,  de  discriminación  y  falta  de  una  atención

                         especializada; o si se decide que se le de una educación especial, pueden manifestar
                         temor ante la posible falta de un ambiente estimulador que contribuya a desarrollar

                         las potencialidades del niño.
                      -  La familia y la etapa de la adolescencia del hijo con discapacidad: Involucra a padres

                         e hijos en la dualidad de seguir ligados y el proceso de desprendimiento.

                      -  La familia en la etapa de la adultez del hijo con discapacidad: Si el hijo no ha logrado
                         la independencia suficiente debido a su discapacidad la responsabilidad de los padres

                         aumenta en lugar de disminuir.
                         Por lo anterior comenta Núñez, (2010), es necesario que los servicios de atención

                  enfocados a las personas con discapacidad consideren un acompañamiento a la familia en
                  todo este proceso.

                         Montoya y González (2015) mencionan que cuando los padres de familia conocen las

                  limitantes  de  su  hijo,  sus  expectativas  son  realistas  y  cuando  hay  aceptación  de  la
                  discapacidad, su interacción y su trabajo colaborativo con los especialistas tienen un mismo

                  fin, así mismo, al trabajar en conjunto las sugerencias de atención para el niño, se tornan más

                  asertivas y son influenciadas positivamente cuando la ansiedad y el estrés que al principio
                  dominaba las emociones de los padres ya ha desaparecido.

                         Así pues, independientemente de las características de los hijos, el foco de atención
                  de los padres hacia ellos no debe cambiar y su compromiso mucho menos. Sin duda aquí

                  comienza un gran reto para la pareja, en donde no solamente debe pasar por un proceso de
                  aceptación, sino que, a pesar de la condición del hijo, la familia deberá seguir siendo un

                  campo de aprendizaje como hace mención la Secretaría de Educación Pública (SEP, 1997),

                  en su artículo “Menores con discapacidad y necesidades educativas especiales”.
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