Page 28 - EDNNA CRISTINA CERVANTES SUAREZ
P. 28
28
Según Carrillo (2018) menciona que en la memoria histórica de la humanidad revela que
el lenguaje incide en los imaginarios sociales a través de los cuales, se empezaron a construir
ideas prejuiciosas en la forma de percibir la persona con DI, estos, llamados por calificativos
discriminatorios, tales como: subnormal, retrasado, mongólico, imbécil, etc.
Estas denominaciones se construyeron en una época y tiempo diferente, por lo cual, las
personas veían la discapacidad intelectual como característica de vulnerabilidad siendo una
“anomalía” que volvía inútil al ser humano haciendo que se ocultaran o aislaran de la sociedad.
La Discapacidad Intelectual está relacionada con el retraso mental, Gonzáles (1999), dice
que es un concepto con varios "sinónimos": discapacidad, oligofrenia, mongolito, Gorki,
mongui, imbécil, idiota, débil, fronterizo, bobo, opa. Estas palabras tienen diferentes orígenes,
algunas son del campo científico, otras son simplemente insultos, (algunos de los insultos de hoy
eran los diagnósticos de antaño). Otras tienen explicación etimológica ("tarado" significa "que
tiene una tara", una carga previa e inútil), otras designan un lugar social, (como "el opa del
pueblo").
La Asociación del Retraso Mental (AAMR) en 1992 consideraba que había un retraso
mental si el coeficiente intelectual (CI) estaba dos desviaciones típicas por debajo de la media
(aproximadamente un CI de 70).
Según Rubio (2016) menciona que la AAMR en el año 2002 establece una nueva
definición de retraso mental más completa y ajustada donde menciona que es caracterizada por
limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y la conducta adaptativa como se
observa en habilidades prácticas, sociales y conceptuales.
Los conceptos sobre la discapacidad y sus derivados comienzan a cambiar de nombre,
evitando así la discriminación y exclusión de las personas, siendo más empáticos para tener una