Page 44 - EMMILIA ELENA JIMENEZ SANDOVAL
P. 44
Para escribir, se aplican diversas actividades mentales como organizar ideas para
plasmarlas, coordinar la vista con el movimiento de la mano, sintetizar ideas, y en el caso del
dictado, por ejemplo, escuchar lo que se indique y posteriormente llevar a cabo las actividades
mencionadas anteriormente.
La coordinación visomotriz implica actividades de movimientos controlados, es decir
que requieren de mucha precisión, donde se utilizan los procesos óculo manual en forma
simultánea (ojo, mano, dedos), como por ejemplo acciones de cortar, pintar, rasgar, pegar, etc.
Al realizar estas tareas se está ejercitando el proceso óculo motriz que luego servirá para
empezar con el proceso de la escritura de letras y números (Ramírez, C.Y., Arteaga, M.A. &
Luna H.E., 2020). Al momento de escribir, se utilizan todas las estructuras cerebrales las
cuales funcionan de manera conjunta, asociadas al pensamiento, el lenguaje y la memoria.
Requiriendo de una coordinación hemisférica en donde se integra el movimiento, el tacto y las
ideas, plasmándolas en un soporte físico e impulsando la inteligencia.
Según Ramírez, C.Y., Arteaga, M.A. & Luna H.E. (2020). Las habilidades
visomotoras son fundamentales para que los niños puedan lograr una escritura legible y
satisfactoria, por ello es sumamente importante desarrollar estas habilidades antes de empezar
a enseñar a escribir, es decir que desde la educación inicial se debe poner en práctica estas
destrezas.
En el proceso de consolidación de la escritura, suelen surgir problemas en cuanto a la
legibilidad haciendo énfasis en la alineación, forma de la letra, espacio entre letras y palabras,
adición u omisión de letras, letras invertidas o rotación, tamaño de la letra en cuanto a las
mayúsculas y minúsculas y tamaño uniforme. Es por ello, que no hay que dejar de lado éste
aspecto y trabajarlo desde a inicio del proceso.
37