Page 65 - FRIDA FERNANDA RAMIREZ BALLESTEROS
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la pantalla al momento de mencionar la palabra “juego”, y, posteriormente, volvió a tomar la
actitud negativa. Se va comentando que jugaremos un poco al juego de mesa:
M.- Mira Brayan, ¿Ya viste lo que tengo en mis manos? Lo que tengo aquí es un dado muy
grande con el que vamos a jugar. ¿Quieres que lo lance para poder ver qué número cae y avanzar
para llegar a la meta?
B.- No, no quiero jugar.
M.- ¿No quieres jugar Brayan?
En este momento, la maestra tutora pasa a intervenir, comentando que el juego lo
realizaremos entre las dos, con la intensión de que el alumno observe cómo se realiza el juego y
así poder captar su atención. La maestra tutora platica las situaciones en las que ha vivido con la
emoción “Alegre”, ya que es la casilla con la emoción que le tocó. Mientras se realiza el juego,
se observa que, por un periodo muy corto, el estudiante logra visualizar la pantalla y poner
atención a la maestra tutora mientras platica. Al momento de preguntarle en qué momentos ha
sentido la emoción de felicidad, se niega a responder, lo que se logra identificar que la madre de
familia le dice las respuestas. Sin embargo, no se logra obtener una respuesta favorable.
Se procede comentando que será su turno para participar en el juego. Al momento de
preguntarle si desea participar, su respuesta es negativa. Se visualiza una conducta muy
desfavorable, al grado en el que la madre de familia tiene que sostener al alumno para que pueda
permanecer en la clase. Se opta por la opción de preguntarle por qué se siente molesto en el
momento de la clase, qué es lo que lo hace estar enojado y no querer trabajar el día de hoy.
Igualmente, al momento de brindar el espacio no se obtiene una respuesta, pero se observa que
Brayan se mantiene apacible ante las cuestiones.
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