Page 31 - ISABEL CRISTINA CASTAÑEDA FUENTES
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3.2.3 Habilidades Asociadas a la Autorregulación
3.2.3.1 Metacognición
La metacognición es “tener conciencia de los procesos del pensamiento permite
potenciar el aprendizaje y regular las emociones” (Secretaría de Educación Pública, 2017,
pág. 336), es decir, es la habilidad para ser consciente de las emociones que está
experimentando la persona. Esta habilidad es indispensable para la autorregulación, ya que
el ser consciente de las emociones por las que está atravesando el sujeto, es el primer paso
para poder regular las mismas.
Sin embargo, la metacognición no ha de verse limitada al reconocimiento de las
emociones, pues como menciona Flavell (1976; citado en Martínez Bernal, 2019), la
metacognición hace referencia al autoconocimiento, particularmente en lo que se refiere a
los procesos cognitivos, así como a los componentes y productos relacionados a dicho
autoconocimiento, como pueden las estrategias utilizadas para el aprendizaje o las
propiedades de la información. Es importante mencionar que la metacognición es un proceso
activo, y, por consiguiente, conlleva el control sobre los procesos relativos a dicha habilidad.
Al ser un proceso activo, es posible la educación y entrenamiento de dicha habilidad.
3.2.3.2 Expresión de las Emociones
Es necesario hacer la aclaración de que la regulación de las emociones no es sinónimo
de represión de las mismas, pues como menciona la Secretaría de Educación Pública (2017),
una persona emocionalmente sana es capaz de manifestar sus emociones, considerando el
contexto social en el cual se encuentra al momento de dicha manifestación, es decir,
manifestaciones emocionales como la risa son aceptadas dentro de contextos tales como una
película o un show de comedia, pero se consideran inapropiadas en otros contextos como lo
puede ser un funeral.
Estas expresiones emocionales han sido estudiadas desde puntos de vista biológicos
y adaptativos, especialmente por Darwin (1984; Citado en Velásquez Fernández & Rojas
Garzón, 2009), quien proponía que la expresión de las emociones es una aplicación biológica
con valor para la sobrevivencia, es decir, que dichas expresiones son necesarias para la lucha
del ser humano por la vida.