Page 32 - ISABEL CRISTINA CASTAÑEDA FUENTES
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                         No  solo  eso,  las  expresiones  emociónales  han  sido  estudiadas  también  desde

                  diferentes la perspectiva psicológica. Tal vez el caso de Freud (1996; Citado en Velásquez
                  Fernández & Rojas Garzón, 2009) quien propone que las expresiones emocionales pueden

                  derivarse  de  los  instintos  propios  de  la  especie,  lo  cual  las  vuelve  esencialmente
                  inconscientes; también puede considerarse que las emociones son una suma entre instintos e

                  ideas, en donde se sigue manteniendo una parte inconsciente de dicha emoción, pero aunando
                  ahora la parte consciente derivada de la idea propia del sujeto.

                         Un ejemplo de lo anterior sería la emoción del enojo, la cual es algo instintivo, y, por

                  consiguiente, inconsciente. Dicho instinto está asociado a la búsqueda y preservación de lo
                  que es justo, por lo que al añadir la idea de justicia del individuo (no respetar las filas para

                  adquirir productos, abusar de aquellos que son más débiles), existen ambos componentes,
                  tanto el instinto (inconsciente) como la idea (consciente).



                         3.2.3.3 Regulación de las Emociones


                         Otra de las habilidades necesarias es la regulación de las emociones, la cual representa
                  “tener la capacidad de gestionar la intensidad y la duración de los estados emocionales”

                  (Secretaría  de  Educación  Pública,  2017,  pág.  336).  Dicha  regulación  permitirá  a  los
                  estudiantes establecer mecanismos para la resolución pacífica de retos y conflictos que se le

                  presenten a lo largo de la vida.

                         Como mencionan López y Aitzber (2019), la regulación emocional afecta procesos
                  básicos de adaptación social tales como la solución de problemas y el desarrollo de relaciones

                  emocionalmente sanas. Una regulación emocional sana es resultado de diversos factores,
                  como lo son el temperamento propio de la persona las relaciones emocionales significativas,

                  así como el desarrollo de la comprensión del niño o la niña en lo que se refiere a la emoción
                  y los procesos para manejar dicha emoción, por lo que las diferencias en el nivel de dicha

                  habilidad que muestran los niños es un reflejo  de su personalidad y de la construcción de las

                  experiencias que de cada niño y niña, lo que cual afecta la forma en que se establecen sus
                  experiencias vivenciales. (Fernández Berrocal & Extremera Pacheco, 2005).
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