Page 41 - JOANA GISELL BUSTOS CASTILLO

Aludiendo a la definición considero fue lo que sucedió con Daniela, ya que con anterioridad

en todas las diapositivas que se habían estado presentando al final venía un sticker motivacional

alusivo a su trabajo, su esfuerzo, atención, entre otros mensajes motivacionales y en

consecuencia a esto su mamá utilizaba el reforzamiento positivo con algo que le gustara, ya fuese

un chocolate, e incluso un permiso para salir a jugar. Daniela sabiendo que no estaba

respondiendo a lo que se le pedía ya tenía el conocimiento que habría una consecuencia no

favorable, esto quiere decir que del reforzamiento positivo que obtenía no lo tendría en esta

ocasión.

Por ello no podía controlar su llanto y ya no quería continuar con la clase, entre más le

pedíamos que se calmara, lloraba más. Así que se decidió pausar la actividad para que la alumna

pudiera tranquilizarse, aún y cuando ella logró contener el llanto, ya no centraba la atención en lo

que se le pedía, por ello decidí suspender la clase y ver la actividad en la siguiente sesión, así de

esta manera la actividad podría ajustarse de acuerdo con lo visto en la reunión de hoy.

Es importante mencionar que esta sesión era la tercera reunión que tenía con la alumna y aún

estaba en proceso de conocer qué tanto ya tenía la alumna consolidado ciertos temas, que faltaba

por consolidar y en qué se necesitaba reforzar. Fue una sesión algo complicada porque se

iniciaba a establecer un vínculo maestra-alumna el cual se vio afectado por una presión que se

ejerció en la alumna, a pesar de ello, un aprendizaje que me dejó esta secuencia y me ayudó al

resto de las clases fue el brindarle el tiempo necesario a Daniela para que procesara los

planteamientos y diera respuesta cuando ella se sintiera realmente segura.

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