Page 32 - MARIAFERNANDA MARINES VALDES

Los modelos de clasificación de la discapacidad intelectual son casi tan diversos como

aquellos especialistas que han trabajado y abordado el tema, y aunque clasificar no sea una

palabra de agrado para referirnos a los alumnos, se reconoce la necesidad de clarificar un término

tan complejo como lo es el de “discapacidad intelectual”, debido a que este ayudara que se

utilice un lenguaje común entre docentes y familias.

A pesar de la diversidad de enfoques en la clasificación se reconocen las siguientes cuatro:

etiológico, basado en las causas de la discapacidad y con un carácter médico-

biológico; psicométrico, que parte de la puntuación obtenida en un CI situado en un continuo

cuantitativo; adaptativo, considerando las conductas que las personas afectadas pueden

desarrollar de manera autónoma; y estructural, referido a las capacidades afectadas, que intenta

predecir los niveles de conocimiento escolar que serán capaces de adquirir en el curso de su

aprendizaje. (Ramos Sanchéz , 2012)

Cada uno de estos criterios lleva a trabajar el concepto de discapacidad intelectual desde

distintos ángulos, pero sobre todo a considerar que existe una diversidad en los alumnos con

discapacidad intelectual. Sin embargo, el trabajo está dirigido al enfoque psicométrico.

Reconociendo que la limitación que tienen las pruebas que miden la inteligencia las

capacidades intelectuales de los alumnos, al menos desde este punto de vista, pueden definir

grados que expresan el nivel de discapacidad leve, moderada, grave y profunda. Se reconoce que

esta diferenciación del alumno condiciona sus posibilidades de aprendizaje funcional de la

lectura, aunque no la determina.

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