Page 54 - MARIAFERNANDA MARINES VALDES
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Aunado a esto y de forma implícita, consiste en trabajar en ambas partes la memoria que es
“la capacidad del cerebro de retener información y recuperarla voluntariamente” lo que trae
como consecuencia que al momento de ver, observar y relacionar las letras (grafías) y los
sonidos (fonemas) busca que el niño reconozca, conserve y reproduzca estímulos auditivos en
forma verbal - gráfica.
Es por esto que en esta segunda vuelta del juego el padre únicamente dice en voz alta el
sonido de la letra o sílaba y el alumno utilizando su memoria busca aquello que escucha e
identifica colocando una ficha de manera gráfica.
El trabajo de estas actividades se observa en las evidencias que se reciben por parte del padre
a manera de video donde se observa la tabla con las letras y sílabas además del brazo y dedo del
alumno para señalar; el padre pregunta ¿Qué letras son? Y le pide que los diga de manera fuerte.
Al momento que el alumno empieza a señalar la primera letra, la cual es la “a” el sonido que él
emite es de “fa” y de igual manera pasa con la letra “e” evocando “fe”; ante esto el padre corrige
mencionando el sonido correcto de la letra el cual el alumno repite después de escucharlo.
Al analizar esta reacción y respuestas obtenidas encontramos un análisis fonológico que, por
su parte, para Gutiérrez y Díez (2018), este es definido como “la habilidad para operar con los
segmentos de las palabras, es decir, segmentar las unidades más pequeñas, tales como sílabas,
sonidos, fonemas y unidades intra silábicas”. (Gutiérrez Fresneda & Díez Mediavilla, 2018)
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