Page 55 - MARIAFERNANDA MARINES VALDES
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El resto de las vocales “i, o, u” reciben el sonido que a cada uno les pertenece, sin embargo, la
letra “s” es mencionada por el nombre que esta recibe más no por el sonido que tiene, esto pasa
igual con la letra “m” pero se observa el cambio que el mismo alumno da después al mencionar
el sonido que el grafema tiene.
Dejando de lado los grafemas de manera individual en el cambio que se da al seguir con la
sílaba, el alumno señala la sílaba “sa” pero únicamente menciona la letra “a”, que da a relucir
que el alumno reconoce el grafema con el fonema que este recibe; ante esta omisión el padre
menciona el sonido correcto de la sílaba la cual el alumno repite continuando con el resto de las
sílabas con la letra “s” las cuales menciona de manera correcta y sin dificultad.
Al cambiar de las sílabas con la letra “s” y dirigirnos a la letra “m” observamos que realmente
las conoce y es aquí donde se percata esa conciencia fonológica adquirida entendida como
aquella conciencia que llega a tener cada persona sobre su propia lengua que discrimina
reflexivamente los patrones de correspondencia entre letra y sonido, los cuales están implícitos
en el proceso de lectura y escritura, que, además, incluyen el análisis grafémico, la asignación y
el ensamblaje de fonemas, como lo describe (Cuetos Vega , 2011).
Debido a que sin ayuda lee la sílaba “mo”, al pasar con la sílaba “mi” el alumno menciona el
sonido de la “m” pero con el dedo señala varias veces la letra “i” y después pregunta a su padre
¿Y esta letra? Buscando el sonido; a manera de susurro el padre dice la pronunciación para
recibir la repetición por parte de Jesús. En relación al resto de las sílabas en “me” se distingue un
alargamiento en el sonido de la letra “m” pero proporciona el sonido completo al juntar ambas
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