Page 22 - PRISCILA MARTINEZ GARZA
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“La habituación (al igual que la sensibilización) no es una conducta innata, por el
contrario, se trata de verdadero aprendizaje, ya que representa un cambio de conducta a
partir de la experiencia. Sin embargo, dado que dicha experiencia se refiere a un único
estímulo, se trata de un aprendizaje no asociativo (no se da una asociación de sucesos)”
(Manes, 2016).
Este proceso es muy importante dado que requiere de su ejercicio para poder
desarrollarse, ya que no es algo que se de manera espontánea en el niño, se debe tener una
práctica constante para poder generar el hábito. “Las características de la habituación son
duración, frecuencia, intensidad y cambio. Para formar hábitos y rutinas estos elementos son
fundamentales para poder llegar a una estructura correcta dentro de la habituación en el contexto
en el que se pueda presentar” (Lago, 2016).
Se presenta en la habituación algunas características como es la intensidad a los
estímulos, esto se refiere a que, cuanto menos intenso es el estímulo, el acostumbramiento se
desarrolla de una manera más rápida. Pero si la intensidad del estímulo es mucha, es posible que
nunca se genere la habituación. Otro aspecto que se puede dar es que, si luego de la habituación
el estímulo deja de producirse, la respuesta se recupera al menos en forma parcial cuando
reaparece. También se puede mencionar que, si esta recuperación de esta contestación sucede
repetidas veces, se potencia el proceso de habituación y se realiza más rápidamente.
2.2 Rutina escolar.
Las rutinas escolares son formar estructuras en los alumnos, comprender las capacidades
individuales, crear autonomía en los aspectos que se trabajen, el desarrollo de habilidades y
aptitudes.