Page 38 - SARA ALVAREZ CORPUS
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exclusivamente característico del autismo y ningún comportamiento que automáticamente
excluya a un niño o a una niña de un diagnóstico de autismo, aun cuando haya concordancias
fuertes y constantes, sobre todo en relación con déficits sociales.
En relación con algunos aspectos del desarrollo evolutivo, Aguirre et al (2008) señala
algunas alteraciones en el ámbito cognitivo, comunicación, social.
En el plano cognitivo, los alumnos y alumnas con TEA presentan un importante
deterioro en la capacidad que debería servirles para desenvolverse en el mundo social o mundo
mental, llamada también cognición social y psicología intuitiva. Esto es, dificultades para
comunicarse y entender la forma en que se establecen las relaciones interpersonales. Su
pensamiento simbólico es muy limitado, lo que supone grandes dificultades para imaginar y
elaborar fantasías, organizar el tiempo o desarrollar actividades de manera espontánea. Por ello,
pueden aparecer ciertos comportamientos obsesivos y rígidos (un afán exagerado por el orden
de los objetos, movimientos estereotipados, rutinas...).
Presentan generalmente unas buenas capacidades en las áreas visoespaciales
(pensamiento visual, habilidad para el dibujo), de memoria mecánica y de motricidad. Un
porcentaje importante de estos alumnos y alumnas tienen discapacidad intelectual asociada a su
alteración autista, aunque otros (especialmente los afectados de Síndrome de Asperger) no
presentan retraso en el desarrollo cognitivo ni en el desarrollo del lenguaje, aunque sí un
deterioro en las interacciones sociales con comportamientos estereotipados y restringidos Estos
alumnos y alumnas corren un alto riesgo de ser detectados de forma muy tardía.
Respecto al área de comunicación, muchas personas con TEA carecen de lenguaje y
presentan problemas de comprensión. Incluso aquellos que disponen de capacidades verbales
adecuadas no pueden seguir correctamente una conversación. Tampoco entienden las frases con
doble sentido, bromas, lenguaje metafórico o muchas de las expresiones emocionales (tristeza,
odio, alegría, enfado...) y presentan dificultades para establecer relaciones de amistad o amor.
En el área social, a las personas en condición de TEA les resulta especialmente
complicado entender las normas sociales que para el resto de las personas son habituales (cómo
comportarse, saludar, o hacer preguntas, esperar turnos...), tienen dificultad para comprender
expresiones emocionales como la tristeza, alegría o enojo, mostrando alguna indiferencia ante
estas manifestaciones emocionas, lo cual puede dificultar también las relaciones sociales
interpersonales