Page 42 - SARA ALVAREZ CORPUS
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                  entrenamiento en habilidades sociales y enseñanza de emociones y creencias, basadas en la

                  teoría de la mente (el constructo de teoría de la mente hace referencia a la capacidad de atribuir,
                  inferir y, por lo tanto, comprender estados mentales en los demás y en uno mismo: sentimientos,

                  emociones, pensamientos, deseos, creencias, etc.) planteadas para el alumnado con TEA en
                  función de los factores señalados anteriormente.


                  2.6. Áreas de Intervención Educativa


                     Hay  una  serie  de  rasgos  comunes  consensuados,  en  la  actualidad,  a  tener  en  cuenta  en

                  cualquier programa de intervención, sea cual sea la metodología adoptada en la intervención:
                  La incorporación a un programa de intervención debe realizarse tan pronto como sea posible,

                  debe basarse en un plan de acción completo acorde a las necesidades específicas puntos fuertes
                  de un niño o niña y su familia, acorde a su edad cronológica y nivel de desarrollo y con una

                  serie de objetivos individualizados; deberán contemplar todas las adaptaciones de contexto y/o
                  entorno, materiales, condiciones físicas etc., promover la participación activa de la familia y

                  llevar a cabo evaluaciones sistemáticas de logos (Rivière y Martos, 1997)

                     Aguirre et al. (2008), mencionan las áreas de intervención y las orientaciones metodológicas
                  más pertinentes para la atención educativa de los alumnos en condición de TEA; socialización,

                  comunicación y autodeterminación.

                     2.6.1. Socialización


                     La introducción del alumnado con en el mundo social ha de llevarse a cabo mediante su
                  entrenamiento en el reconocimiento de emociones y de la relación de éstas con las situaciones,

                  los deseos y las creencias, propias y ajenas. Se debe proporcionarse instrucción social a lo largo
                  del día y en entornos variados, mediante actividades específicas planificadas para el logro de

                  objetivos individualizados y ajustados a la edad (p. ej., respuesta a la imitación, actividades
                  cooperativas con iguales, etc.).

                     En alumnos y alumnas mayores con niveles superiores de desarrollo social, será necesario

                  incluir en la programación, habilidades de comprensión de las mentes de los demás, es decir,
                  desarrollo de la habilidad para tomar la perspectiva visual de la otra persona y continuando por

                  resolución de tarea de falsa creencia de primer orden, interpretación, inferencia y ambigüedad
                  (comprender que las personas pueden tener una interpretación diferente de una misma situación
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