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conciencia fonológica es uno de los predictores más relevantes en el aprendizaje de la
lengua escrita (Jiménez y Ortiz, 1995; Jiménez y Venegas, 2004; Aguilar, Marchena,
Navarro y Menacho, 2011; Feld, 2014; Gutiérrez, 2017 (p.396)
Los resultados de diferentes investigaciones creadas por autores comprueban
altamente que la conciencia fonológica favorece, refuerza y facilita el proceso de
adquisición de la lengua escrita ya que es una habilidad que se puede generar en el sentido
diario a la hora de la comunicación oral y esto involucra los aprendizajes fundamentales
que requieren los alumnos que inician los primeros años de educación escolar.
El bucle fonológico se especializa en retener material verbal durante breves
períodos de tiempo. Baddeley, Gathercole y Papagno (2001) sugieren que el
funcionamiento del bucle fonológico favorece el aprendizaje de nuevas palabras, lo que
contribuye a la ampliación de vocabulario del sujeto. De esta forma, el bucle fonológico
mantiene durante un tiempo la representación fonológica de palabras nuevas o no
familiares, mientras se construye una representación más duradera en la memoria
semántica.
La primera misión del bucle fonológico es mantener de manera transitoria la
información que se codifica verbalmente, esta estará activa mediante el repaso articulatorio.
A través de actividades lúdicos es posible desarrollar la conciencia fonológica y al
mismo tiempo la discriminación auditiva, se pueden trabajar las sílabas, palabras faltantes
por descubrir, asociación de palabras según su sílaba inicial, bingo fonológico, etc.
La discriminación auditiva
Esta es la capacidad de reconocer similitudes y diferencias entre los sonidos,
permite que las personas puedan distinguir los fonemas en las palabras, esta habilidad es
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