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y fuera de las aulas de trabajo, así como el desconocimiento total de estos temas en materia de

inclusión. Chinner (2011) menciona que una de las barreras metodológicas, que enfrentan los
niños con autismo puede afectar su acceso, permanencia y participación dentro del sistema

escolar.
La principal barrera que obstaculiza el aprendizaje de los alumnos con TEA, es la

metodología que utilizan los docentes, debido a el desconocimiento que se presenta acerca del
tema, y de la atención que se debe brindar, para dar respuesta a las necesidades que demanda el

alumnado con trastornos del neurodesarrollo.

Por otra parte, investigaciones de (Larrivée y Cook, 1978 citados por Tarraga et al. 2013)
establecen que: Las actitudes hacia la inclusión de los maestros de clases normales tienden a ser

más positivas a medida que el nivel educativo desciende, Parece ser que las actitudes hacia la
inclusión de los maestros de clases normales no se ven afectadas por variables como el tamaño

del aula, tamaño de la escuela y tipo de escuela. Y que a su vez se observa una gran relación
entre las actitudes hacia la inclusión y la percepción del maestro del grado de éxito obtenido, el

nivel de apoyo administrativo recibido y la disponibilidad de servicios de apoyo. Siendo la

variable más importante que afecta a las actitudes hacia la inclusión la percepción por el profesor
del éxito obtenido con este tipo de niños.

Huang, y Diamond (2009) manifiestan que el tipo de discapacidad parece jugar un

importante rol en la disposición de profesores y administrativos hacia la inclusión. El Trastorno
del Espectro de Autismo abarca una serie de características como son dificultades de interacción

social, dificultades en la comunicación y rigidez de pensamiento, dificultades emocionales,
dificultades sensoriales y motoras, destrezas de trabajo poco desarrolladas; el presente estudio

determina que en muchas de las ocasiones esto ha generado ansiedad en los maestros y sienten
que no tienen la confianza necesaria como para ayudar a estos niños a desenvolverse en el

proceso enseñanza aprendizaje.

Horne, y Timmons (2009), hacen notar que algunas de las preocupaciones de los
profesores se relacionan con el tiempo disponible de planificación y el cubrir las necesidades de

todos los estudiantes. Esta investigación indica, por una parte, que el docente no cuenta con el
tiempo suficiente para organizar su trabajo lo cual genera una actitud de rechazo hacia las

adaptaciones curriculares. Por otra parte, la presencia de especialistas en inclusión como la
psicopedagoga terapéutica y el psicólogo educativo es la mejor opción para los niños con