Page 42 - DIANA GUADALUPE SAUCEDO ARRIAGA
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los estilos de aprendizaje de los alumnos y su propio estilo de enseñanza para lograr
desarrollar nuevas habilidades en sus métodos de trabajo y de enseñanza (ver apéndices).
Se trabajo mediante intervenciones áulicas en los grupos mencionados
anteriormente, para que el docente del aula observara distintas maneras o estrategias para
poder involucrar en sus planeaciones y clases. El realizar las pruebas diagnósticas de estilos
de aprendizaje me apoyó un poco para conocer las características de los alumnos, pero en
cambio no se pudo tener todos los resultados deseados, ya que no todos los alumnos
contestaron la prueba debido a las inasistencias y la nueva modalidad híbrida, mientras con
los docentes si se pudo rescatar las características y los estilos de enseñanza de estos en su
totalidad.
Se pudieron realizar las intervenciones, pero en ocasiones por actividades o algunas
otras funciones que nos correspondían al servicio de USAER no se realizaron todas las
intervenciones planeadas. se pudo llevar conversaciones con las docentes de grupo y la
titular para generar adecuaciones en las planeaciones, pero algunas de ella no se pudieron
llevar a cabo de igual manera por la inasistencia de los alumnos. La comunicación es muy
buena en la institución entre docentes pero en lo personal me sentía un poco insegura para
darles recomendaciones, ya que son personas con más experiencia y con años de servicio,
lo cual, me generó un poco de dificultad.
Observando nuevamente las problemáticas me di cuenta de que lo que se debía de
mejorar o intervenir de acuerdo con las características de los alumnos era el mejorar la
lectura y escritura, lo cual considero es uno de los problemas más urgentes a resolver, ya
que, sin una buena adquisición de la lectura y correcta escritura, el estudiante no tiene un
buen acceso las demás áreas de aprendizaje, lo cual va provocando aumentar cada vez más
su rezago escolar. Como lo menciona Liman (2013) “La lectura es la base de todo
aprendizaje, si uno no aprende a leer en los primeros años de escolaridad, la probabilidad
que uno llegue a desarrollar la habilidad de leer y escribir se disminuye” (p.2).
Fue en este momento de mi trabajo, cuando se decidió cambiar y orienta los
objetivos de la presente investigación acción hacia el fortalecimiento de la lectura y
escritura, específicamente de los alumnos de segundo grado. Se seleccionó este grupo