Page 30 - GEMMA CITLALLI CEDILLO GALICA
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Segundo Período. Construcción de formas de diferenciación. Lo que es interpretable no es
una letra sola sino una serie que debe cumplir dos condiciones formales esenciales: tener una
cantidad mínima (hipótesis de cantidad) y no presentar la misma letra repetida (variedad intra-
figural. (hipótesis de variedad). Decimos “letras”, pero de hecho deberíamos hablar de grafemas
no icónicos que funcionan, para el niño, como letras (poco importa su similitud gráfica con los
caracteres del alfabeto). De hecho, lo mismo puede tratarse de “verdaderas” letras como de
números, de casi-letras o de pseudo-letras.
Nivel 2: Cantidad y variedad intra-relacionales son criterios absolutos y no relativos. No
permiten comparar las escrituras entre ellas sino establecer cuáles puede o podrían ser
interpretables. Prueba de eso es que el mismo texto puede recibir interpretaciones diferentes si
los contextos son diferentes; igualmente dos textos diferentes pueden recibir la misma
interpretación si los contextos son semejantes (por ejemplo, dos textos diferentes pueden “decir”
el mismo nombre si son atribuidos a imágenes que reciben la misma denominación;
inversamente, dos textos reconocidos como iguales pueden “decir” dos nombres diferentes si son
puestos en relación con imágenes que no reciben la misma denominación).
Ante los problemas que la escritura les presenta, los niños enfrentan problemas generales de
clasificación y ordenamiento diversos de las grafías. En este nivel se evidencia si el niño ha
tenido la oportunidad de adquirir ciertos modelos estables de escritura, ciertas formas fijas que es
capaz de reproducir en ausencia del modelo. De las formas fijas el nombre propio es una de las
más importantes. Se habla de formas fijas en cuanto al nombre propio porque el niño de este
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