Page 32 - GEMMA CITLALLI CEDILLO GALICA
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La hipótesis silábica puede presentarse con grafías aún lejanas a las formas de las letras, tanto
como con grafías bien diferenciadas. Inicialmente, hacen una correspondencia entre la duración
de la emisión y la palabra escrita: comienzan a decir la palabra, señalando la primera letra, y
terminan de pronunciar cuando se acaba la serie de letras. Pero, aún deben superar
contradicciones con las hipótesis de cantidad y de variedad que subsisten.
Cuarto Periodo. Transición de la hipótesis silábica a la hipótesis alfabética. Las escrituras
silábico-alfabéticas han sido tradicionalmente consideradas como escrituras desviantes, como
escrituras con “omisiones de letras”. Es verdad que, con relación al modelo adulto convencional,
estas escrituras tienen omisiones. Pero desde el punto de vista de la psicogénesis, es exactamente
lo contrario. Hay agregado de letras, con relación a las escrituras silábicas precedentes. Es inútil
subrayar la importancia que este cambio de punto de vista puede tener con relación a los
diagnósticos psicopedagógicos...
Nivel 4: El niño abandona la hipótesis silábica y descubre la necesidad de hacer un análisis
que vaya “más allá” de la sílaba por el conflicto entre la hipótesis silábica y la exigencia de
cantidad mínima de grafías (ambas exigencias internas del niño), además del conflicto entre las
formas gráficas que el medio le propone y la lectura de esas formas en términos de la hipótesis
silábica (conflicto entre una exigencia interna y una realidad exterior al sujeto). Este nivel, como
zona de transición, representa un momento difícil para el niño pues le resulta complicado
coordinar todas las hipótesis que ha elaborado, así como las informaciones que el medio le ha
dado.
Se evidencia en este nivel la alternancia entre el valor silábico y el fonético para las diferentes
letras. Se refuerza la hipótesis de cantidad pero desde la idea de que escribir algo es ir
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