Page 17 - IVANA SOFIA FERNANDEZ ESPARZA
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general de la investigación es evaluar un programa ideado para promocionar la
autodeterminación y la calidad de vida de estas personas. Se recurrió a un diseño
cuasiexperimental pretest-postest con grupo control sin tratamiento. El programa se diseñó para
ser implantado durante dos meses. La primera semana, se procedió a la evaluación pretest de
las personas seleccionadas. Para ello, se leyeron a los usuarios las instrucciones y objetivos de
la prueba descrita y se les solicitó su participación.
Esta subescala fue aplicada individualmente, sin realizar ninguna modificación en su
contenido. Dado que la mayor parte de los sujetos no sabían leer, seguimos el método de
administración sugerido por los autores, recurriendo a una persona entrevistadora que conociera
suficientemente a la persona como para discriminar sus respuestas en aquellos momentos en los
que no se adecuaban exactamente a las opciones contempladas en cada pregunta. Normalmente
este rol fue desempeñado por el monitor o monitora de referencia de cada usuario participante.
La valoración tuvo lugar en la propia Unidad de Día. A continuación, en la segunda
semana se destinó al entrenamiento de estos profesionales en la aplicación del nuevo programa.
La formación fue impartida en dos sesiones desarrolladas en la sala de juntas de la entidad, de
8 a 10 de la mañana.
A la luz de los resultados obtenidos, el objetivo general de la presente investigación se
cumple, por lo que se demuestra que la autodeterminación es un elemento directamente
relacionado con la mejora de la calidad de vida y la integración en la comunidad de las personas
adultas con discapacidad intelectual (Wehmeyer y Schalock, 2001 citado por Pascual, et al.
2014). Al mismo tiempo se confirma que proporcionando las condiciones adecuadas las
personas con discapacidad intelectual profunda pueden aprender a tomar sus propias decisiones
(Lancioni, O’Reilly y Emerson, 1996; Schepis, Reid y Behrman, 1996; Schweigert y Rowland,
1992; Verdugo, Sainz, Gómez y Gómez, 2011 citados por Pascual, et al., 2014)
Definitivamente, el desarrollo de las habilidades de autodeterminación es un objetivo
prioritario para las personas con discapacidad intelectual. Prácticas como la presentada, en las
que pueda incorporarse a familiares y otros miembros de la comunidad, permiten actuar en
detrimento del rol pasivo tradicionalmente desempeñado por estás personas, apostando por su
derecho a participar y actuar en su entorno mostrando sus intereses, preferencias y, en definitiva,
favoreciendo la satisfacción de sus propias necesidades.