Page 57 - MARIA FERNANDA VALENCIA ARELLANO
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Pasamos a las colchonetas para realizar actividades físicas de inicio, movimientos con pelotas
involucrando los pies, las piernas, los brazos e incluso su cabeza; utilizamos música infantil para
el seguimiento de una secuencia de movimientos, también hicimos uso de un cuento para la
atención de indicaciones escuchando e imitando lo que plasma ese cuento.
Esta actividad permitió a nuestra alumna demostrar al máximo todas las habilidades, se debe
considerar como una habilidad “toda aquella acción muscular o movimiento del cuerpo requerido
para la ejecución con éxito de un acto deseado” (Singer, 1986). Estas habilidades pueden ser
divididas en básicas, siendo aquellas que requieren un menor grado de exigencia y se basan en el
desarrollo natural del niño sin ser sometido a normas exigentes, como también encontramos las
habilidades motrices especificas las cuales derivan de las básicas, requiriendo un mayor nivel de
desarrollo en las capacidades físicas y perceptivo motrices. Y así logrando dar respuesta a los
problemas o situaciones que se aplicaban.
Al finalizar ese momento, volvimos a la mesa de trabajo donde estaban algunas formas y
figuras de colores distintos cada una de ellas, primero se socializaron y se aplicaron distintos
cuestionamientos, algunos ejemplos de ellos son:
¿Qué forma tiene esta imagen?
¿De qué color es? ¿Qué otra cosa del salón de clases es de este color?
Comparación de imágenes, ¿son iguales?, ¿Cuáles son diferentes?, ¿son la misma forma?,
¿cuál es más grande y pequeño?
Enseguida, se brinda a la estudiante material didáctico, plastilina, papel y limpiapipas con la
finalidad de que ella por sí sola logre utilizar su motricidad gruesa para moldearlo, así como la
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