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El uso del lenguaje, particularmente del lenguaje oral, tiene la más alta prioridad en la
educación preescolar, con la ampliación, el enriquecimiento del habla y la identificación de
las funciones y características del lenguaje, que son competencias que los pequeños
desarrollan en la medida en que tienen variadas oportunidades de comunicación verbal. Es
importante como docentes crear un clima de confianza en el contexto escolar con diversas
estrategias de comunicación impulsa al niño a compartir ideas, propuestas, intereses y
necesidades de forma libre y segura. Los niños tienen espontaneidad y al darles la libertad de
explotarla y se les permite hablar, de manera frecuente, en circunstancias múltiples,
desarrollan un lenguaje sin limitaciones, con una estructura clara y definida.
El aprendizaje del vocabulario se presenta en forma lenta y graduada, con un
incremento más rápido en la adquisición de nuevas palabras a medida que avanza el curso del
desarrollo (Bloom, 2000). Esto nos habla de un proceso, así mismo, los niños aprenden mucho
vocabulario a edades tempranas (Guarneros y Vega, 2014), debido a que disfrutan y vivencian
distintas experiencias con el lenguaje. Asocian la nueva información lingüística al contexto
comunicativo, practican con las palabras y descubren las intenciones referenciales de las
personas con quienes interactúan.
3.2.5 Estimulación del lenguaje oral
En preescolar, sobre todo primer y segundo grado, suelen no tener una muy buena
pronunciación y la estimulación del lenguaje nos permite desarrollar ese aspecto.
Fernández, (2017) considera, que una correcta pronunciación le transmite
seguridad y apoyo a las niñas y a los niños en todas las actividades que se desarrollan
en la institución escolar, dedicar especial atención en las clases de desarrollo de la
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