Page 62 - PAOLA GUADALUPE MIRELES ALEMAN
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La mamá de J (1°) contó el cuento de “La granja” y me quedé muy contenta con la
manera en la que lo narró, haciendo uso de inflexiones de voz, despertando el interés de los
alumnos, causando asombro y sorprendentemente todos los alumnos imitaron los sonidos y
onomatopeyas, especialmente M.E, quien se mostró emocionado en todo momento y siguió
cada indicación e imitó cada sonido que indicaba la madre de familia.
La mamá de H (2°A) tiene un acento sureño, por lo que se mostró algo insegura en un
inicio, mi tutora y yo le brindamos seguridad y realizó la actividad de manera exitosa, tanto
que se sintió emocionada por ver que los alumnos seguían las indicaciones que ella daba e
imitaban los sonidos que el cuento de “Caperucita roja” pedía. Por su parte la mamá de L
(2°B) contó el cuento de “Los tres cerditos” y se mostró nerviosa durante todo el cuento, sin
embargo, no fue un impedimento para que todos los alumnos siguieran el hilo del cuento
realizando los movimientos orofaciales.
En cada secuencia pude darme cuenta de que los cuentos abren puertas de
oportunidades para desarrollar diversas habilidades, y me sentía satisfecha que siempre al final
de cada cuento, en la parte de retroalimentación me permitía preguntar ¿Qué enseñanza nos
deja el cuento?, con varios fines, el primero era darme cuenta de la fluidez para relatar sus
ideas, la congruencia y la manera en la que modulaban la voz, así como el vocabulario que
habían desarrollado a lo largo del proyecto y la otra era para conocer lo que existe en el
corazón de los niños, intentando favorecer el desarrollo de la inteligencia emocional de cada
uno.
4.1.3 Evaluación
Como mencioné anteriormente, aproveché la secuencia del cuento de “Caperucita roja”
para aplicar la evaluación sumativa, siendo la misma lista de cotejo (evaluación cualitativa)
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