Page 40 - PAULINA MARIELA RODRIGUEZ LIÑAN
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Esto implica que se deben abordar las barreras y las presiones que pueden llevar a la
exclusión de las personas con discapacidad intelectual en la educación, y garantizar que se les
brinde el apoyo y la orientación necesarios para que puedan participar plenamente en el
proceso educativo.
Es importante garantizar que todas las personas tengan acceso a una educación de
calidad y que se les brinde el apoyo y la orientación necesarios para que puedan participar
plenamente en el proceso educativo.
lo anterior, se ha afirmado que la exclusión disciplinaria no puede comprenderse si no
se examina en el contexto de las circunstancias anteriores, el carácter de las relaciones y la
concepción de la enseñanza y el aprendizaje en una escuela (Booth, 1996).
Es importante tener en cuenta que la exclusión disciplinaria puede ser una respuesta a
comportamientos problemáticos, pero también puede ser una forma de discriminación contra
ciertos grupos de estudiantes, incluidas las personas con discapacidad intelectual. En algunos
casos, la exclusión disciplinaria puede estar motivada por prejuicios y estereotipos negativos
sobre las personas con discapacidad intelectual, en lugar de ser una respuesta justa y equitativa
a comportamientos problemáticos.
La afirmación de Booth (1996) sobre la exclusión disciplinaria destaca la importancia
de examinar cuidadosamente el contexto y las circunstancias anteriores para comprender por
qué se produce la exclusión, especialmente en el caso de los alumnos con discapacidad
intelectual, que es un punto que se desea recabar con mi informe.
Para abordar la exclusión disciplinaria de estos alumnos, es importante trabajar en la
promoción de relaciones positivas y equitativas entre estudiantes y docentes, así como en la
creación de entornos de aprendizaje inclusivos que apoyen a todas las personas.
Nuestras propias investigaciones también han demostrado como la utilización de la
información disponible para estudiar la enseñanza puede fomentar el desarrollo de una
enseñanza más inclusiva (Ainscow et al., 2003). Concretamente, permite crear un espacio para
reexaminar y reformular, rompiendo con los discursos vigentes y centrando la atención en las
posibilidades antes descuidadas para hacer avanzar la práctica.
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