Page 27 - REGINA COELI ARREDONDO SANCHEZ
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                  que conlleva cada una de ellas para que posteriormente al momento en que una persona se

                  encuentre  en  una  situación  donde  se  requiera  el  uso  de  estas,  tome  en  cuenta  todos  los
                  aspectos y de esta forma se llegue a una solución y mejoramiento en la relación con los demás

                  cuidando siempre el bienestar emocional propio y de terceros.
                         Es necesario contrastar el concepto de competencias emocionales con otros autores

                  de esta forma se determina su importancia. Para Saarni (2000 citado por Mestre y Guil 2012),
                  la  competencia  emocional  se  relaciona  con  la  demostración  de  autoeficacia  al  expresar

                  emociones en las interacciones sociales iniciadas por una emoción. Define la autoeficacia

                  como la capacidad y las habilidades que tiene el individuo para lograr los objetivos deseados.
                  Para que haya autoeficacia emocional se requiere del conocimiento de las propias habilidades

                  y capacidades para gestionar las emociones los resultados deseados. Por regla general, hay
                  otros factores, como los principios morales y los valores éticos, que influyen en las respuestas

                  emocionales.
                         Saarni (2000 citado por Mestre y Guil 2012), menciona que para poder demostrar las

                  competencias emocionales es necesario demostrar autoeficacia al momento de relacionarse

                  con  las  personas,  lo  cual  requiere  a  su  vez  el  desarrollo  de  diferentes  habilidades  y
                  capacidades  para  expresar  las  emociones  y  obtener  soluciones  y  resultados,  tal  como

                  menciona Bisquerra.

                         Las competencias socioemocionales son aquellas que incluyen no solo el desarrollo
                  de procesos cognitivos o mentales sino también áreas afectivas como la conciencia y gestión

                  emocional, de relacionamiento con otros y de proyección hacia la sociedad. Así, les permiten
                  a las personas conocerse mejor a sí mismas, manejar sus emociones, trazarse metas y avanzar

                  hacia ellas, construir mejores relaciones con los demás, tomar decisiones responsables en su
                  vida, disminuir la agresión y aumentar la satisfacción con su vida. El desarrollo de estas

                  competencias es fundamental para lograr una salud mental positiva, tal y como es definida

                  por la Organización Mundial de la Salud “Estado de bienestar en el cual el individuo es
                  consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida,

                  puede trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a su
                  comunidad” (Mejía et al. 2017).

                         Estos autores señalan al igual que Bisquerra, que en las competencias emocionales se
                  deben involucrar no solo procesos cognitivos sino también emociones y comportamientos
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