Page 32 - REGINA COELI ARREDONDO SANCHEZ

32

4) Capacidad de empatía. Que no es más que ser capaz de reconocer y comprender

las experiencias emocionales de otros.
5) Habilidad para diferenciar la experiencia emocional subjetiva interna de la

expresión emocional externa. Esto debe llevarse a cabo en uno mismo y otros, se
relaciona con estrategias de autopresentación.

6) Habilidad para la resolución adaptativa de situaciones adversas y estresantes. Se
lleva a cabo reduciendo su impacto en el momento del suceso conflictivo.

7) Conciencia de comunicación emocional en las relaciones. Reconocida como la

capacidad para expresar genuinamente la emoción, así como el grado de
reciprocidad que se puede generar en otros.

8) La capacidad de la autoeficacia emocional. Con esta habilidad la persona se siente
como se desea sentir, es el balance emocional entre lo personal, social y cultural.

Gracias a lo anterior se puede apreciar que el modelo de Saarni (1999 citado por
Fragoso 2015).) se relaciona íntimamente con el desarrollo humano y teorías cognitivas de

la emoción, con lo que se separa definitivamente de las teorías de la inteligencia emocional

Como se ha desarrollado en los últimos puntos el concepto de competencias emocionales
surge y se relaciona con otros modelos relacionados también a la inteligencia emocional.

Estos tras autores relacionan las capacidades del manejo de las emociones del ser humano

tanto individuales como al momento de relacionarse con los demás.
Dentro del marco de la educación la Secretaría de Educación Pública en sus Planes y

Programas de Aprendizajes Clave para la educación Integral (SEP, 2017) en el programa de
Educación Socioemocional y Tutoría maneja cinco dimensiones; autoconocimiento,

autorregulación, autonomía, empatía y la colaboración, que comprenden un enfoque
pedagógico, así como interacciones educativas, las cuales a su vez reflejan una relación del

individuo como ser individual y la sociedad, en lo que refiere al aprender a ser, aprender a

hacer, aprender a aprender y aprender a convivir. Estas dimensiones nacen del trabajo
socioemocional y el desarrollo de habilidades específicas en cada una de ellas.

La primera de ellas es el autoconocimiento se comprende de cinco habilidades, esta
primera dimensión, implica el conocimiento y comprensión de sí mismo, también del tomar

conciencia de las motivaciones, necesidades, pensamientos y emociones propias, así como
su efecto en la conducta y en los vínculos que se establecen con otros y con el entorno