Page 31 - VALERY PAULINA GARZA JIMENEZ
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La lectura y la escritura han sido, sin duda alguna, grandes inventos humanos, puesto
que aquel que tiene acceso a ellas, asegura a su vez el acceso a infinidad de conocimientos,
posibilidades y oportunidades, prácticamente a una mejor calidad de vida.
Fueron los humanos quienes comenzaron sintiendo la necesidad de expresar y
representar sus ideas, sentimientos y conocimientos, al principio lo realizaron mediante
dibujos simples; lo que a la fecha se conoce como producciones ideográficas y que sus
primeros vestigios fueron descubiertos en las pinturas rupestres, desde la prehistoria. En su
momento eso les bastaba, eso cubría sus necesidades, pero conforme fueron evolucionando,
evolucionaron sus necesidades.
Luego de diferentes propuestas, de acuerdo con Gómez Palacio (2014, p.37) fue
alrededor del 900 a.C. cuando se inventó el sistema alfabético que permitiría dar paso a la
escritura alfabética, aquella en la que cada signo representa un sonido particular del habla,
dejando de lado las escrituras ideográficas o silábicas utilizadas en otros pueblos o regiones en
la actualidad.
Los aportes de la doctora Gómez Palacio sobre el origen de la lectura y la escritura,
enseñan que para aprenderlas debe haber un sentimiento de necesidad para expresarse por
escrito o interpretar y comprender lo escrito (2014, p.37), es decir, que tengan idea de qué
escribir para poder entrar en el conflicto cognitivo de cómo escribirlo, o duda de qué dirá en
un texto para solucionar cómo leerlo; por ello la importancia de los estímulos reales y
atractivos. De otra manera los intentos del docente por introducirlo al proceso de aprendizaje
no tendrán ningún sentido.
La lectura y la escritura guardan una relación estrecha, la pedagoga Gómez Palacio
asegura que “Lectura y escritura están íntimamente ligadas; siempre leemos lo que nosotros
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