Page 42 - VALERY PAULINA GARZA JIMENEZ
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3.2.2.2.4 Tercer nivel: alfabético
Tanto la práctica constante como las “prueba y error” de los alumnos al producir e
interpretar, son actividades muy importantes en el proceso de adquisición de la lengua escrita
porque les permiten a través de la reflexión y el análisis descubrir poco a poco la
correspondencia fonemas-letras y obtener cada vez más información acerca de su valor sonoro
estable; así como lo son de importantes la inmersión en contextos estimulantes y orientadores
en la lectura y la escritura. En relación con esto, Gómez Palacio determina que:
Así, paso a paso, pensando, analizando las producciones escritas que le rodean,
pidiendo información o recibiendo la que le dan “los que ya saben”, llega a conocer las
bases de nuestro sistema alfabético de escritura: cada fonema está representado por una
letra. (2014, p.62).
Desde luego, como Gómez Palacio en 2014 afirma, conocer la base del sistema de
escritura alfabético, o encontrarse en este nivel, no es equivalente a ser capaz de leer, para ello
es necesario que los niños y las niñas coordinen ese conocimiento con uno que ya habían
descubierto desde el inicio del proceso: que los textos tienen significado, que representan
ideas y hasta sentimientos y tener la intención e interés por interpretarlos y conocerlos. (p.62)
Para leer son necesarios muchos conocimientos previos, Margarita Gomez Palacio
menciona que “(…) hablar de lectura significa referirse a una serie de conceptos
relacionados.” (2014, p.64) Además de conocer el sistema alfabético y el valor sonoro estable
de las letras, para leer se vuelve preciso saber también sobre el contenido de cada texto o
portador, la gramática, las convenciones ortográficas y la estructura particular de las palabras,
para que todo esto en conjunto permita anticipar, interpretar y sobre todo comprender el
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