Page 44 - VALERY PAULINA GARZA JIMENEZ

objeto del que se trate. Como si previamente estuviera hueco, no hubiera nada al

respecto. (p.6)

Es decir, se pasan por alto los conocimientos previos de los estudiantes,

considerándoles en punto cero cuando tal situación es imposible. Se vuelve necesario retomar

a la doctora Gómez Palacio (2014), que comparte que “Cualquier tarea será más accesible,

gratificante y provechosa para el niño cuando se parte de lo que él sabe para ayudarle a

ampliar o consolidar su conocimiento, en lugar de “iniciarlo” constantemente en lo que

sabemos o suponemos que ignora.” (p.14). Por ello la importancia de la aplicación de

evaluaciones diagnósticas, que permitan conocer el avance en el proceso de aprendizaje del

alumno, la medida de cada factor involucrado, así como las diversas concepciones o

experiencias relacionadas con la lectoescritura.

Por otro lado, al percibir a los sujetos como “huecos”, el rol del docente pasa a ser el

de “llenar” ese hueco, pero como se vio en el apartado de los factores que intervienen en el

aprendizaje, la transmisión de información del docente no es la única manera de acceder al

aprendizaje, tampoco la adecuada, pues debemos dar espacio a la construcción autónoma de

saberes, a partir de los que ya tienen, al descubrimiento mediante la interacción con otros y

con materiales, a poner a prueba hipótesis, a ejecutar “prueba y error”, etc. Invalidando con lo

anterior otra característica de estos métodos tradicionales expuesta por Nemirovsky (2011),

“(…) se aprende por repetición y ejercitación.” (p.7)

3.2.3 Lenguaje

Pérez y Salmerón, maestras de audición y lenguaje del equipo de atención temprana,

en su artículo de revista Desarrollo de la comunicación y del lenguaje: indicadores de

36