Page 87 - VALERY PAULINA GARZA JIMENEZ
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“lu” como apoyo visual para que el juego se desarrolle con fluidez. Juego junto a mis alumnos
como modelo y el tiempo disponible de la sesión determina la cantidad de partidas en el
juego; antes de que esta termine, los alumnos valoran la dificultad de las actividades y
expresan si les agradaron.
En la actividad “Descubrimos un silabario”, comenzamos nombrando las sílabas
directas vistas la clase pasada, y aproveché los intereses y preferencias rescatadas en la
evaluación diagnóstica aplicada para conocerlos, por lo que elaboramos un silabario a partir
de tarjetas con sílabas ocultas que descubrían utilizando acuarelas. Conforme las descubrían,
las nombraban y ordenaban en un cartel colocado en el pizarrón, bajo el consonante origen.
Atiende a las indicaciones; se trata de un silabario grupal en el que cada sesión descubrirá y
clasificará nuevas sílabas útiles en nuestro acceso a la lectura y la escritura.
Lo siguiente es que el alumno elabore una tabla de cinco columnas con el nombre de
cada sílaba directa de la consonante “m” en cada una, para recortar, clasificar y pegar las
imágenes impresas entregadas (Anexo 4). Al final comparten si las actividades les gustaron y
si fueron fáciles o difíciles, aunque ellos expresan que fueron fáciles yo noté mucha necesidad
de ayuda para nombrar cada sílaba en el silabario y cada imagen para poder asociarla a la
sílaba directa inicial.
En la sesión correspondiente a la actividad “Más silabas…” daríamos seguimiento al
silabario grupal descubriendo y ordenando sílabas directas de la consonante “s”. En una
actividad impresa, con imágenes como referente, escribiríamos las sílabas faltantes para
completar palabras. Como cierre de sesión, les invitaría a jugar nuevamente al “Juego de la
oca” añadiendo a la canción las nuevas sílabas conocidas. Sin embargo, por inasistencias y fin
de la jornada de práctica del séptimo semestre, no fue posible llevarla a cabo.
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